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Image Comics, un referente editorial

  • Editorial Druida
  • 3 abr 2019
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 8 abr 2019


En proceso

De izquierda a derecha, arriba: Erik Larsen, Rob Liefeld, Todd McFarlane y Marc Silvestri. Abajo: Whilce Portacio, Jim Lee y Jim Valentino.

Finales de los 80 y principios de los 90, Marvel se estaba forrando. Jim Lee y Whilce Portacio hacen magia en X-Men a la vez que el X-Men #1 vende ocho millones de ejemplares, record histórico que aún sigue vigente. Rob Liefeld, con su dibujo tan característico, y su X-Force #1 llega a 5 millones de ejemplares vendidos. Todd McFarlane, con Eric Larsen como dibujante reserva, dejaba atónito a cualquiera que leyese una grapa de Spider-Man por aquellos años, su número uno vende dos millones y medio de ejemplares. Marc Silvestri agota al lector con sus escenas frenéticas en Lobezno, su etapa será recordada como una de las mejores del personaje. Jim Valentino se sitúa en el top 10 de ventas con sus Guardianes de la Galaxia. Estos 7 artistas eran los responsables de que La Casa de las Ideas facturase millones, pero también fueron los culpables de la mayor revolución que haya ocurrido en el mundo del cómic. En 1992, de la noche a la mañana, abandonan Marvel para fundar Image Comics.



X-Men #1

Por aquellos años los dibujantes de cómics tenían el status de estrellas de rock, todo el mundo les conocía y nadie quería perderse sus historias. Quisieras o no, oías hablar de ellos, Rob Liefeld llegó a trabajar junto a Spike Lee para protagonizar spots televisivos de Levi´s y era invitado a Late nights. Pero lo más importante de todo, eran aclamados por el público y no únicamente por la crítica. Los tebeos de Marvel se vendían gracias a sus portadas y a sus splash page de auténtica locura.



Splash Page de Rob Liefeld para X-Force

Pero la política de Marvel no sentaba nada bien entre sus artistas, estaban siendo sobreexplotados a cambio de nada. Si la compañía vendía millones de camisetas con un diseño de Todd McFarlane, este no solo no recibía un pequeño porcentaje de las ganancias sino que ni siquiera le regalaban una, tenía que comprarla él mismo. Luego estaba el asunto de la libertad creativa. Marvel ejercía demasiada presión a través de sus editores, se hacía lo que ellos querían dejando de lado al autor e incluso llegando a la censura, a esto se le sumaba el poco reconocimiento que recibían.


Rob Liefeld en esos instantes barajó la opción de marcharse y publicar de manera independiente, lo habló con Todd McFarlane y sorpresa, él pensaba igual. McFarlane, que era más calmado e inteligente, empezó a reunir a otros artistas en hoteles y convenciones para proponerles la idea de fugarse y fundar su propia editorial independiente. Consiguieron reunir a Silvestri, Valentino, Eric Larsen y a Portacio, pero necesitaban un último integrante que diese el golpe de efecto, Jim Lee. Lo veían algo imposible ya que por aquel entonces era el niño bonito de la editorial, no causaba problemas y además era el protagonista del cómic más vendido de la historia. Pero, según cuentan algunos, lo que le llevó a decidirse fue cuando le invitaron a un evento y no fueron “capaces” de pagar el viaje a su pareja, algo que enfadó al artista y acabó decantándose por unirse a sus compañeros.


The Comic Book Greats

Comienza la revolución. Con sus últimos guiones terminados y entregados, son invitados al programa de televisión que tenía por aquel entonces Stan Lee (The Comic Book Greats, programa al que también fue invitado Sergio Aragonés). Sin previo aviso y ante el asombro de todos los allí presentes, McFarlane presenta un nuevo personaje del que no tenía constancia Marvel. El personaje en cuestión era Spawn, que sería el protagonista de su próxima serie. Tras esto, los 7 artistas se presentan en las oficinas de Marvel y anuncian su marcha. Image Comics ya era una realidad.


Spawn #1

La idea era reunir a los mejores dibujantes del momento bajo una misma marca y con tres pilares: los personajes eran propiedad de sus creadores, cada artista crearía su propio estudio y así llevar una labor independiente, los socios no se entrometerían en las creaciones del resto. En definitiva, era llevar la contraria a DC Comics y Marvel y hacerse valorar como artistas. Así pues, cada socio abrió su propio estudio y publicó su propia serie. Todd McFarlane publicaba, bajo el estudio Todd McFarlane Productions, Spawn para convertirse en el comic indie más vendido de la historia, Jim Valentino publicaba ShadowHawk en Shadowline, Eric Larsen, en Highbrow, lanzaba The Savage Dragon que a día de hoy va por el número 247, Marc Silvestri creaba el sello Top Cow Productions para publicar Cyber Force, Rob Liefeld publicaba Young Blood bajo el sello Extreme Studios y Jim Lee publicaba Wild C.A.T.S. (la serie de mejor calidad probablemente) bajo el sello WildStorm. Todo con un estudio y una serie menos Whilce Portacio ya que en esos momentos tenía que hacer frente a problemas personales, entró más tarde para trabajar con Jim Lee bajo su sello.


The Savage Dragon de Eric Larsen

No vendían millones como lo hacían antes en Marvel pero al menos seguían teniendo a su favor a los lectores gracias a sus capacidades artísticas, aunque no tanto por su guión… y es que si por algo recibieron críticas fue por la calidad de las historias, al fin y al cabo eran dibujantes, no guionistas. Todd McFarlane, harto de las críticas que recibía de artistas ajenos a Image Comics, decidió fichar a Alan Moore (V de Vendetta, Watchmen), Neil Gaiman (Sandman, 1602), Frank Miller (300, Batman: Año Uno) y Grant Morrison (Animal Man, Doom Patrol) para que trabajasen una temporada en su serie Spawn.



Jim Lee, Presidente de DC Entertainment desde 2018

Tras esto comenzaron los problemas, todo paraíso debe sucumbir en el caos en algún momento. 1996, Rob Liefeld es acusado de espionaje entre estudios, de copiar diseños, y de generar problemas de financiación debido a su excesivo gasto económico. Marc Silvestri, quien por entonces era uno de los más alabados por los lectores, amenaza con irse ya que no soporta seguir trabajando con Liefeld. Los demás socios no están dispuestos a perder a Silvestri por lo que deciden despedir a Rob, pero este adelantándose a la situación dimite. El primer socio en abandonar la compañía, pero no sería el único. En 1999 ocurre la mayor traición posible, Jim Lee vende WildStorm a DC Comics, traicionando así por completo a los pilares de la compañía y a sus compañeros. A día de hoy ocupa el puesto de Presidente de Dc Entertainment, aunque su sello fue cancelado en 2010.



 
 
 

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